sábado, 28 de mayo de 2011

No vale la pena....

Viajando en mi carro un día de esos en los que cantas todas las canciones que salen en la radio, claro yo siempre ando con mi Ipod conectado para no oír ningún anuncio de esos estúpidos que pasan por las estaciones, sale una canción que me recordó muchas cosas y me puso a pensar en otras. Entre las cosas que pensé es que siempre he sido un tonto, un idiota en el amor y aclaro la canción no fue Un Montón de Estrellas. Y analizando me di cuenta que es verdad, siempre he sido un tonto, un iluso un fiel creyente del amor. Pero que me ha traído eso… nada. Así que escribo esto porque en estos momentos he decidido por fin dar por terminada mi búsqueda de esa chica que me quiera. Pues ya la flor que llevaba en el bolsillo para regalarle se ha marchitado y no vale la pena entregar ni un pétalo de ella.

Y es que durante todo este tiempo me dediqué a amar y me he cansado de hacer eso. Durante todo este tiempo quise encontrar con quien compartir mis alegrías y tristezas y realmente me he dado cuenta que no existe tal persona. Sí, me he rendido y muchos podrán argumentar que no me dé por vencido, que debe haber una allá afuera, que soy un tonto porque solo me he enamorado de chicas que no se fijan en mi. Que se yo que otras cosas podrán argumentar para tratar de quitarme la idea que tengo en la mente. Pero nada de eso les va a funcionar, me he cansado yo de ser siempre quien sufra por amor. Me he cansado de ser yo quien tenga que llorar por un amor que  no se dio. Y aunque en el fondo de mi corazón me duela tengo que dejar la duela a un lado. Y quizás va en contra de mi naturaleza, pues considero que tengo lo de mis abuelos y mi tío en la sangre… soy enamorado. Me gustan las chicas y no puedo evitar querer y desear estar con alguna chica que me llame la atención, es parte de quien soy. Pero me resignaré a no tener nada serio y ser simplemente lo que todas dicen que soy “un buen amigo”. Un buen amigo que en muchos casos desearía ser un abrigo pero que se ha cansado de ser simplemente el escudero y no ser el caballero de la brillante armadura.

Y ni modo, es mi decisión final y si alguna, en algún momento sintiera algo por mí pues que lo diga. Pues de mi boca, de mi corazón ya no saldrá sentimiento alguno más allá de en mi poesía. Si en algún momento deciden que puedo ser su príncipe, tendrán que decírmelo porque de mi no va a salir nada. Seré nuevamente una roca, un buen amigo en quien sostenerse pero nunca un chico que flaqueará por amor de nadie. No volveré a enamorarme, pues ya lo hice de una manera en que me perdí… y nunca me correspondieron. Y alzo mi copa solo para decir…. Que Jerry Rivera y Rey Sepúlveda tenían razón… cuando dijeron… NO VALE LA PENA…. ENAMORARSE!....


Mis queridos lectores… que pasen buena semana y hasta mi próximo desahogo……

lunes, 23 de mayo de 2011

"Never say no to a redhead"

No he vivido tanto como otras personas para creerme un erudito en cosas del amor. Tampoco soy una eminencia en cosas del corazón, ese trabajo se lo dejo a los poetas como Neruda y a los idealistas como Bécquer. Pero siempre he sido un consejero, en palabras de mis amigos, un buen consejero. Pues sin importar cuán lejos esté ese amigo, siempre escucho su versión de los hechos y doy un consejo sobre lo que debería hacer en el caso de que todo lo que me ha dicho sea tal y como lo ha dicho.
Muchas veces estos consejos que les doy les funcionan a la perfección y terminan estando con la chica de sus sueños, aunque luego los intento yo y nada me sale como debería. Pero en todos los casos ha sido así, excepto en uno. Un solo caso no ha sido igual que los demás. Este amigo estaba perdidamente enamorado de una chica de nuestra escuela, una chica que tal y como él había llegado “nueva” a la escuela que estábamos, solo que unos años antes que él. Rápidamente él y yo entablamos amistad y un año después me contó lo perdidamente enamorado que estaba de esa chica.
La chica, atlética, de estatura razonable, de unos ojos hermosos y pelirroja… sí, esas mismas que un dicho en inglés reza que no se le debe decir que no. Entiendo al chico, obviamente no había forma que evitara tal belleza. Me pide ayuda sobre que debía hacer le dije que fuera sincero, que dijera lo que sentía y que tratara de ser quien es en todo momento (si solo eso a mí me funcionara tal y como está supuesto a hacerlo). La cuestión es que el chico lo hace y la chica acepta ser su novia. El chico emocionado me llama y me da las gracias pues lo que le dije le funcionó, realmente fui como el propio Hitch de la película, solo le di confianza para hablar con la chica.
Pero al día siguiente la chica lo llama y le dice que fue apresurada en tomar la decisión y que en realidad no quería ser mala con él pero que no quería ser su novia. Esto fue antes del quinceañero de otra compañera de clases. El día del quinceañero el chico me dice todo lo que sucedió con lujo de detalles y no puedo hacer más que escucharlo una vez más.
Luego de eso pasaron varios años y ahora estamos en la Universidad ambos. Seguimos siendo buenos amigos, seguimos hablando frecuentemente y compartiendo como los amigos que somos. Él sigue siendo básicamente el que me escucha muchas estupideces y yo sigo siendo su consejero. Pero durante una charla de esas que tienen los amigos con una cerveza en la mano me confesó que aún seguía enamorado de la chica. Le dije que lo entendía, pues siendo franco yo aún no olvido a la chica de la cual estuve enamorado por muchos años, solo que ya la dejé en el pasado y básicamente por mí, puede podrirse en el décimo infierno de Dante sin ningún problema.
El chico luego de dar un sorbo a su cerveza me dice… Al Diablo…. Me confiesa que aunque está enamorado de la chica no está dispuesto a permitir que una chica que le hizo tanto daño en el pasado y que en un pasado lo creyó un idiota siga controlando su vida. Me confesó a su vez que la chica había comenzado a buscarlo pues estudiaban en la misma Universidad, yo fui el único que se rebeló y se fue a estudiar a una universidad diferente. Pero que contrario a lo que decía el dicho Tendría que decirle que NO a una pelirroja. Y entre tragos y cerveza maldijimos al amor y a los demonios que trae consigo… y con un trago y un salud cerramos la conversación esperando que algún día poder decir “Hermano… quisiera que seas el padrino de mi boda”…. Y nuevamente un adiós con sabor a “hasta luego” cierra el trato.

martes, 17 de mayo de 2011

Por un trago, una cerveza y un adiós...

Comenzar, por dónde comenzar… muchos dirían que por el comienzo, otros dirían que a “media-res” yo… prefiero comenzar por el final. Por lo que me llevó a escribir esto...

Era uno de esos días lluviosos en los que en realidad no hay mucho que hacer y mucho por pensar, estaba terminando mi semestre universitario, y entre cosas y cosas que ocurrían una de ellas fue el tener que resignarme a perder nuevamente. No perder en cuestiones de vida, si no perder en cuestiones de amor. Y sí, pensarán, aquí otro frustrado más otra persona que no tiene idea de que rayos hacer con su vida. Y realmente no los culparía, pues es verdad que hay muchos que les pasa igual que a mí. Siendo francos, eso fue precisamente lo que me llevó a escribir esto, verán, volviendo a lo del día lluvioso sin nada que hacer, estaba yo leyendo una columna en el periódico, una de esas tantas columnas que escriben para que uno le de gracia las situaciones de otros pero que en realidad uno termina identificándose con la pobre persona en cuestión y termina viendo la columna como una que puede sucederles, cuando hablando con una amiga en Facebook se me ocurrió la idea de escribir lo que me ha pasado a mí y lo que me han contado.

Al principio veía esto como una cosa estúpida que no debía hacer pues hablando claro aunque me gusta escribir no soy persona de escribir para que otros sepan lo que quiero decir. Pero conociendo lo mucho que a mí me gusta escribir esa amiga me propuso la idea de iniciar un blog, bajo el pretexto de que si lo hacía podría tener éxito pues mis historias son jocosas y a la vez mucha gente se puede identificar. A parte, me dijo, que me serviría de desahogo para todo. Así que decidí embarcarme en esto.

Se preguntarán el porqué del título “Un trago, una cerveza y adiós…”, pues la razón es sencilla por un trago la conocí, por una cerveza me enamoré y como siempre vino el adiós. El trago, fue un trago que un amigo me enseñó que a ella le estuvo curioso, la cerveza que nos dimos juntos, diré que nunca probé una cerveza que me supiera tan dulce y me durara tanto como aquella; y naturalmente el adiós… pues es un adiós… con sabor a “hasta luego”.

La chica, no vale la pena decir su nombre pues no lo veo relevante a la historia, la veía perfecta, todo lo que jamás soñé… el momento, increíblemente justo… y el adiós no pudo ser más inoportuno. Aún no cierro la puerta, no pierdo esperanza de en algún momento darme cuenta que no era un adiós y que todo podrá ser como un sueño de nuevo, como aquel momento en que nos bebimos la cerveza, sentados uno al lado del otro. Pero por ahora admito que  nuevamente he perdido, me siento como dice mi nombre HITCH… ya que soy una especie de Cupido entre mis amigos, pero nada me sale bien a mí.

Así esta chica despertó en mí nuevamente ganas de escribir y de vivir. Pero como todas solo bastó un trago para conocerla, una cerveza para amarla y un adiós para intentar olvidarla. Ahora a buscar un nuevo trago para ver si logro romper el ciclo….