Par de noches consecutivas entre tragos, bailes, cervezas y adioses con sabor a hasta pronto. Eso ha sido para mí los últimos días. Pude ver a gente que hace buen tiempo no veía y disfrutar con ellos de mi recién adquirida confianza en mí mismo. Confianza que por mucho tiempo estuvo ausente, pero que poco a poco ha ido llegando a mí.
Estas noches me han servido para mostrar en bandeja de plata esa creciente confianza a gente que por mucho tiempo me daba de codos simplemente porque quizás no tenía esa confianza en mis espaldas y era un simple muchacho invisible más. Pero creo que las cosas han cambiado drásticamente y que aquel que tenía escondido ha salido a flote a fuerza de cantazos, bailes, tragos, cervezas, adioses y amistades nuevas.
Todo comienza con el merengue de Manny Manuel, bailar hasta más no poder y saludar a cuanta gente conozco. Luego, retumban las trompetas del Gran Combo y comienza la salsa buena, a bailar, beber y hablar se ha dicho. La sangre latina comienza a correr y comienzo a sacar a las chicas a bailar, sin saber un pepino de cómo se baila la salsa pero al menos hay que moverse. La cosa sigue con conversaciones, sigue con preguntas y respuestas y con saludos que parecían de un candidato político y no de un muchacho que hasta hace poco no se atrevía ni a saludar a quienes lo saludaban. Los ojos de quienes pensaban que las cosas seguían siendo igual, no dejaban de asombrarse del cambio de la noche a la mañana que di simplemente por un tiempo alejado de ellos.
Así las cosas propuse nuevos reencuentros, nuevos bailes, nuevas cervezas y nuevas tertulias. Nuevos “jangeos” juntos y salidas para recordar tiempos en los que yo era el fruto de los chistes y que ahora soy quien los hace. Que no hay forma en que me pongan el “vellón” porque puedo devolvérselo bien fácilmente, cosa que hasta hace poco no podía. Creo que me convertí en un Lobo, que aún no ha sido domesticado y anda suelto. Un lobo que ha tomado nuevos bríos y tiene todo por delante de sí, sin pensar en quien se queda atrás. Que está dispuesto a conquistar al mundo solo o acompañado, pero va rumbo a eso.
Bueno hasta aquí mi relato de esta vez, pues las luces se apagaron, el Gran Combo bajó del escenario y con los Ojos Chinos, de una chica que no está a mi lado, me fui a dormir, con varios tragos, cervezas y adioses en el bolsillo…. Y claro… con los pies molidos de tanto bailar.
Todavía te faltan 2 etapas jajajaja pero esa y la última son las más divertidas.
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